VIDA DE SAN GIL


San Gil Abad fue una abad benedictino y eremita de origen griego. Los conocimientos que tenemos sobre su vida hacen que nos movamos entre leyendas de carácter piadosas y relatos basados en hechos e historias de carácter popular que se divulgaron entre las regiones y países que frecuentó.No está claro cual es el significado de su nombre, tal vez el más aceptado es el de “ protector “: San Gil o Egidio del latín “ el protector o defendido “; o de origen griego “Aighido “ que significa “ hijo de Egeo”. Nació en Atenas en el año 640 y murió el 1 de septiembre de un año en el que las fuentes consultadas no se ponen de acuerdo pues se habla del 720, 721 o incluso hay quien retrasa su muerte hasta el año 725.De familia acomodada – algunos lo relacionan como descendiente de sangre real -, fue educado en las letras humanas. Escritor, maestro y brillante estudioso de la ciencia del momento. Al morir sus padres – Teodoro y Pelagia -, siendo aún muy joven, se sintió atraído por la doctrina de Jesús, por lo que según se dice se deshizo de todo su patrimonio y repartió sus bienes entre los necesitados, recibiendo a cambio el don de hacer milagros ( calmó tempestades, curó enfermos y realizó otros prodigios como provocar una lluvia de rosas. ). Rápidamente se extendió su fama por toda Grecia, y las gentes se dirigían a él como el santo. Abrumado por la popularidad emigró a Francia. Allí se estableció al borde de la Camarga, cerca de Arlés en el sur de Francia, siendo discípulo de Cesáreo arzobispo de Arlés. Allí fundó un monasterio benedictino, siendo él su primer abad, por lo que recibió el nombre de St. Gilles.Con el paso del tiempo se vio nuevamente desbordado por la popularidad... “ Puesto que los hombres se obstinan, en rodearme de respeto, iré a vivir entre las fieras “, comentó, por ello atravesó el río Ródano y en una de sus riveras se encontró un santo ermitaño llamado Veredimo con el que permaneció algún tiempo. Por último, se retiró como eremita en una cueva de un frondoso bosque de la Provenza francesa, donde según se describe no había nada qué comer. Moviéndonos ya en el terreno de la leyenda, se dice que diariamente una cierva lo alimentaba de leche.Se le atribuye un buen número de milagros, y el sentimiento religioso del medievo, hizo que fuera conocido como abogado de los pecadores – por haber ayudado en la conversión del rey Carlos -, protector de los pobres, tullidos, arqueros – al haber sido herido por una flecha -, abogado del miedo y defensor contra las enfermedades del cáncer y la epilepsia, llamada “ mal de San Gil “.Como ya hemos comentado, el año de su muerte no está confirmado, pero sí que fue sepultado en la iglesia conventual de St. Gilles. Su sepulcro se ha conservado, y durante la Edad Media se convirtió en un lugar famoso de peregrinación, ya que estaba situado en el trayecto del Camino de Santiago. Las reliquias de San Gil o Egidio se encuentran en la actualidad en su mayor parte en St-Sernin de Toulouse. También en los países de lengua alemana Egidio fue un santo muy venerado, por lo que muchas de las ciudades alemanas hacen referencia a él: St. Gilden, Gilldenberg, St. Ilgen, St. Ägyd...Se le considera como uno de los “ catorce santos auxiliares “. En el calendario Romano reformado en 1969 ya no lo menciona.Es representado como un anacoreta en una cueva, con una cierva o como abad benedictino con báculo, cierva, libro, flecha clavada en el brazo, lirio, perros, y un mensaje celeste en una filacteria por haber descubierto un pecado oculto del Rey Carlos y hacérselo confesar.Su leyenda es la siguiente: ya en su retiro en una cercana cueva al río Rodano, era visitado diariamente por una cierva que lo alimentaba con su leche. Cierto día en una cacería organizada por el rey Childeberto, entonces rey de Francia, los perros acosaron a la cierva, y ésta se metió en la gruta de San Gil, donde misteriosamente los perros no pudieron acceder al estar cercado de árboles y malezas. Sorprendidos los arqueros lanzaron flechas al interior de la cueva y una de las cuales hirió al ermitaño en el rostros. – otros relatos afirman que fue herido en una mano o en el brazo -. Al ser hallado desangrándose, el rey quedó tan impresionado por el suceso que dijo: “ Si este hombre es capaz de exponer su vida por salvar la de un animal, ¿ qué no hará por la salvación de los hombres?“ . Para reparar su culpa, se personó en el lugar y le ofreció dinero y toda clase de bienes pero San Gil no aceptó, pidiéndole a cambio que construyera un monasterio en ese lugar. El rey aceptó la propuesta y edificó un monasterio. Así surgió St. Gilles, donde murió nuestro patrón.También se cuenta otra leyenda del siglo VIII en la que, San Gil, abad benedictino, atravesó el Pirineo y se estableció en el Valle de Nuria, término de Caralps ( Ripollés) para evangelizar y cristianizar a los pastores. Eran convocados al son de una campana y los alimentaba cocinando en una olla. Perseguido por el rey Witiza tuvo que regresar a Francia.En la actualidad se celebra en Nuria la Fiesta de los Pastores. Se sigue venerando la gruta milagrosa donde vivió San Gil, y cada 1 de septiembre los pastores de la comarca se concentran para celebrar el día del patrón. Hacen una concentración de ganado – ovejas, cabras, corderos, vacas, bueyes... – y durante la misa celebrada por el obispo de la Seu, ofrecen los productos típicos del oficio: leche, quesos, cuajadas...San Gil además de ser el patrón de Motilla del Palancar, es el de Carintia, Estiria, Nuremberg, Osnabrück... Es el patrón de los cazadores, de los pastores, de los tratantes de caballos, de mendigos, abandonados, leprosos, de madres lactantes, favorecedor de la fertilidad, y apaciguador de tormentas, fuegos y sequías.